Quieres gobernar mi corazón, mi silencio y mi respiración. Piensas que ni en sueños, lograré vivir sin ti; te lo aviso no funciona así. Mientes y te crees tan especial, sueñas que me vuelves de cristal; corre mas de prisa a kilómetros de aquí, hoy decir adiós me toca a mi. Sabes, que aunque te creías perfecto, por la ley de causa y efecto; hoy pagás por cada error.